Cómo elegir y usar correctamente tacos y tornillos para cada tipo de trabajo

Pocas cosas hay más frustrantes que colgar un cuadro y que, semanas después, se caiga porque el anclaje no era el adecuado. O instalar una estantería y descubrir que, al poner peso, se vence porque no se eligió bien el taco ni el tornillo. Aunque parezca algo menor, conocer cómo funcionan los tacos y tornillos, qué tipos existen y cómo combinarlos marca la diferencia entre una instalación sólida y un desastre casero. Hoy vamos a profundizar en todo lo que debes saber para no fallar nunca más.

Qué es un taco y por qué necesita un tornillo

Un taco, por sí solo, no sirve de nada. Es un pequeño cilindro, generalmente fabricado de plástico, nylon o algún material expansible, diseñado para alojarse dentro de un agujero perforado en la pared o en otro tipo de superficie. Su misión principal es proporcionar un punto de anclaje sólido allí donde, de otro modo, un tornillo no tendría sujeción estable, como sucede en paredes huecas o materiales frágiles.

Al insertar un tornillo en el interior del taco, este se expande de forma controlada. La expansión ejerce presión contra las paredes internas del agujero, creando fricción y fuerza de retención. De esta forma, la unión queda firme y preparada para soportar el peso que se le aplique.

Este principio tan sencillo ha convertido al conjunto taco tornillo en un sistema imbatible para innumerables aplicaciones: desde colgar un simple cuadro o una lámpara, hasta fijar muebles de cocina, estanterías repletas de libros o incluso estructuras exteriores. La clave está en combinar correctamente el tipo de taco con el tornillo adecuado, adaptándolo al material base y a la carga que tendrá que aguantar.

Sin esta unión, el tornillo se deslizaría o rompería la pared con el tiempo, mientras que el taco, sin su tornillo, no tiene forma de expandirse ni de ejercer la presión necesaria para mantenerse firme. Por eso, entender bien cómo funciona un taco tornillo y cuándo usarlo marca la diferencia entre un trabajo improvisado y una fijación segura y duradera.

Tipos de tacos: cómo diferenciarlos

Elegir el taco adecuado es igual de importante que escoger el tornillo correcto. Los principales tipos son:

Taco de expansión estándar: es el más común. Funciona bien en paredes de ladrillo macizo y hormigón. Al introducir el tornillo, se abre y se ancla.

Taco para pladur o cartón yeso: diseñado para materiales huecos o más frágiles. Tienen forma de espiral o alas que se despliegan detrás de la placa para sujetarse.

Taco químico: no es un taco físico, sino una resina que se inyecta en el orificio junto con una varilla roscada. Perfecto para cargas muy pesadas o anclajes en materiales porosos.

Taco universal: apto para múltiples materiales, pero no es el mejor en situaciones extremas. Para un uso general de bricolaje va de maravilla.

Cómo elegir el tornillo adecuado

Tan importante como el taco es el tornillo. Debe ser compatible en longitud y diámetro para que la expansión sea la correcta. Un tornillo demasiado fino no expandirá bien el taco, y uno demasiado grueso lo romperá.

Además, fíjate en la longitud: debe ser, como regla general, al menos igual a la longitud del taco más la parte que sobresale para sujetar el objeto.

Materiales: pared de ladrillo, pladur, hormigón o madera

No todos los materiales se comportan igual. Por eso, un taco y tornillo que funcionan de lujo en ladrillo pueden fallar estrepitosamente en pladur o madera. Aquí algunos consejos prácticos:

Ladrillo y hormigón: usa tacos de expansión o tacos largos de nylon. Taladra con broca de widia del diámetro justo. Sopla el polvo del agujero antes de colocar el taco.

Pladur: mejor tacos específicos de alas basculantes o de expansión para cartón yeso. Necesitan menor carga para desplegarse detrás de la placa.

Madera maciza: muchas veces no necesitas taco. Un tornillo de rosca para madera suele bastar. Haz un orificio guía más fino que el tornillo para no rajar la madera.

Consejos de instalación paso a paso

Para garantizar un anclaje perfecto, sigue este proceso:

  1. Marca el punto exacto con lápiz y nivel si es necesario.
  2. Elige la broca del mismo diámetro que el taco.
  3. Taladra perpendicularmente, con profundidad suficiente para alojar el taco entero.
  4. Limpia bien el polvo del agujero.
  5. Inserta el taco hasta que quede a ras de la pared.
  6. Coloca el tornillo con destornillador o taladro atornillador, nunca con martillo.
  7. Comprueba la fijación antes de colgar peso.

Errores más comunes (y cómo evitarlos)

No limpiar el agujero: el polvo reduce la fricción y hace que el taco gire sin agarrar.

Usar taco corto para peso grande: un error habitual. Para cargas pesadas, mejor taco largo o taco químico.

No usar tornillo del tamaño correcto: si baila dentro del taco, mal asunto.

Tacos y tornillos de calidad: mejor prevenir

El mercado está lleno de opciones baratas, pero en anclajes no conviene escatimar. Una marca reconocida como CELO Fixings se ha ganado la reputación de fabricar soluciones de fijación fiables y seguras para profesionales y particulares. Una inversión pequeña que puede evitar grandes sustos.

Apuntes finales sobre tornillería

Dominar la elección y colocación de tacos y tornillos es una habilidad básica que todo manitas o profesional debería tener clara. No importa si vas a colgar un cuadro, fijar una estantería o anclar una estructura más compleja: saber combinar correctamente taco y tornillo es garantía de seguridad y de trabajo bien hecho. Ahora que ya tienes claro cómo funcionan, escoge bien y disfruta de tus proyectos sin miedo a que algo se venga abajo.

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